El acoso escolar está presente en todos los centros de enseñanza pública, institutos o colegios, ya sea verbalmente, con insultos, o de manera física. Esto acaba por agobiar a los que lo sufren, que lejos de acudir y buscar ayuda, ya sea por miedo o vergüenza se lo callan, llegando a extremos como el suicidio, del cual se ha dado un caso en España.

Las nuevas tecnologías, como los móviles y las redes sociales (Tuenti, Facebook, MySpace o YouTube) convergen haciendo mirar de otra manera, desde un nuevo ángulo el acoso escolar, viéndose los que lo sufren, humillados, y con amenazas, si intentan defenderxse o buscar ayuda. El gobierno busca soluciones, con leyes, penas mayores y programas de reinserción, pero al no poder confesar el maltratado que sufre acoso, no suelen funcionar.