BILBAO.- El maltrato escolar ya no es un hábito observado como "normal" en las aulas. En los últimos años, ha recibido el nombre de 'bullying' y ha puesto en movimiento a profesores, padres y alumnos, que cada vez denuncian más el maltrato que sufren o el que ejercitan sus compañeros. En Euskadi actualmente se produce un caso de violencia en las aulas cada tres días, y a todas las edades.Por eso el Gobierno vasco ha aprobado un nuevo decreto sobre los derechos y deberes de los alumnos de los centros de enseñanza, que abre la puerta a la "tolerancia cero" para combatir este tipo de acoso, y también las agresiones al profesorado.La nueva normativa regula un "marco de convivencia" en las aulas de los colegios e institutos, que afectará por tanto a los alumnos de la educación obligatoria y postobligatoria.

¿Cuáles son los cambios? A partir de ahora, el Departamento de Educación intentará corregir en tu colegio la pérdida de autoridad de los profesores, de la que tanto se han quejado durante los últimos cursos. En caso de que un chaval infrinja las normas, acosando a un compañero, ya no será castigado por el consejo escolar -padres, escolares y docentes- sino por el propio director del colegio.Hasta ahora, los alumnos problemáticos recibían a menudo sanciones leves y que llegaban con mucha lentitud. A partir de esta nueva norma, el director del colegio podrá imponer los castigos de forma inmediata.

El maltrato escolar ha ido diversificándose en las formas. Si antes era habitual el empujón o el insulto, ahora se extiende a un ritmo alarmante el denominado 'ciberbullying'. Este nuevo fenómeno ha surgido con la generalización entre los adolescentes de las nuevas tecnologías: móvil, cámara de vídeo, internet…Así, cada vez es más frecuente que los chavales graben a otros mientras los agreden o humillan, y luego envían ese vídeo a través del teléfono o de la Red para ridiculizarlos ante toda su clase.El nuevo decreto prevé también estos nuevos tipos de maltrato. Las sanciones en los colegios dependerán de si la conducta del agresor o los agresores ha sido inadecuada, contraria a la convivencia del centro o gravemente perjudicial para las relaciones de los alumnos y profesores. Así, según la gravedad de los hechos, el infractor podrá ser expulsado durante un tiempo del colegio, trasladado a otro colegio o vetado en el comedor, el servicio de autobús escolar o las actividades extraescolares.Pero desde luego los impulsores el 'bullying' podrán ser expulsados del centro si acosan a un compañero con el móvil o se muestran violentos con un profesor.

Esta reforma llega cuatro años después de que se produjera el caso de acoso escolar que conmocionó a España y colocó al 'bullying' en la agenda de los políticos: el 'caso Jokin'.Jokin Ceberio, un joven de 14 años que vivía en Hondarribia (Guipúzcoa), se suicidó el 21 de septiembre de 2004 tras un año entero sufriendo maltrato escolar por parte de sus compañeros de instituto. El caso, que dio la vuelta al país, concluyó con la primera condena por acoso escolar en España.Jokin era un buen estudiante, pero la vida en el instituto se había convertido para él en un infierno. Primero empezaron las burlas y las vejaciones, y con el tiempo se sumaron los maltratos físicos y las palizas. Por eso fue abandonando las clases y finalmente decidió acabar con todo.La sombra de Jokin se proyecta aún sobre los colegios vascos, que no quieren mirar para otro lado ante el sufrimiento que una parte de los alumnos padecen por culpa de sus compañeros. Desde aquel momento, el Gobierno vasco ha puesto en marcha planes de convivencia en los centros y ha intentado formar a profesores, padres y alumnos acerca de este fenómeno cada vez más público y cada vez menos aceptado.

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